Liderazgo

La Dirección de la Organización debe estar centrada en trabajar en lo más importante. ¿Qué pasa cuando rompemos este mito y delegamos?

Un título alternativo para este artículo podría ser: “Lo que pasa cuando cada rol hace lo que es más importante para la Organización”. El matiz de diferencia con el que encabeza nuestra publicación es clave… la Dirección de la empresa debe hacer lo más importante ¡de su rol!, ¡no de toda la empresa!

¿Saber planear puede ser una ventaja competitiva en un mundo tan incierto? Parece que no… ¿o sí?

Seguro te habrás dado cuenta que nuestra capacidad de visionar ideas y de pensar en proyectos y objetivos a futuro es mucho más alta y emocionante, que la habilidad y disciplina de hacer planes para lograr lo que imaginamos. Pues esto no es raro. Tanto en los planos personales como en los organizacionales, el desarrollo de ideas para resolver situaciones, para lograr objetivos de ventas, para potenciar campañas de negocio o para desarrollar nuestra empresa, es por lo menos abundante.

Que no te revuelque la ola de las macrotendencias,
surfea sobre ella y llega lejos

Es suficiente con hacer memoria y analizar un par de días en los que hayamos tenido conversaciones con el equipo de colaboradores, con integrantes de nuestras familias, o con otras personas en nuestro entorno, para darnos cuenta que en todo momento estuvieron presentes en el mundo situaciones y temas de relevancia e impacto para todos. Además de lo que hayas escuchado en las noticias, seguramente recordarás haber hablado de cambios y eventos que se vinculan en mayor o menor medida con macrotendencias.

No te agobies más… tu Organización solo requiere de tus 10 mejores segundos para ¡romper más récords! Conoce el Time Modeling

Imagina la sensación de éxito que experimentaron personas como Florence Griffith-Joyner, o Usain Bolt, al lograr los máximos récords mundiales en la prueba de los 100 metros planos… seguramente las gratas emociones de esos momentos superaron con mucho, la amplia gama de experiencias y de desafíos que vivieron y superaron en los procesos de entrenamiento y de preparación.

Qué cosas no hay que cambiar nunca, para poder transformarte a ti y a tu Organización siempre

Usualmente vivimos nuestro día a día resolviendo las situaciones que se presentan de manera imprevista; también atendiendo a otros temas que afectan nuestra agenda, y adicionalmente en gran medida, realizando muchas actividades rutinarias. En mayor o menor grado para cada persona, esta mezcla de situaciones, se presenta cada día.

Para qué hacemos lo que hacemos

Una historia que cuenta Max Hastings en su libro sobre la biografía de Winston Churchill “La guerra de Churchill”, 2009; cuenta que en la crisis económica generada por el costo de la guerra, los consejeros del primer ministro plantearon un recorte al presupuesto educativo para dar más dinero a las fuerzas armadas, a lo que Churchill respondió: ¿recortar el presupuesto educativo? ¿Para qué pelearíamos esta guerra entonces?

Transmisión de ideas: el día a día del Líder Orgánico

Es imposible pensar en un líder que no lograra transmitir sus ideas a las personas a su alrededor. De hecho sería casi imposible entender en su caso, porqué un grupo de personas le seguirían y acompañarían, si la transmisión de sus ideas fuera poco clara, incompleta, e incluso poco estimulante. Así de simple… si las personas a su alrededor no recibieran correctamente sus mensajes, no habría una conexión que relacionara a la persona líder con las personas que lo seguirían y dejaríamos de pensar en un equipo de trabajo efectivo.

¿Y tú cómo estás?… Cuando dirigir es cuidarte tú también

Decenas de juntas en la semana… ¡a qué hora podré avanzar en los pendientes!
¡Necesitamos acelerar…!
Uf… estos cambios nos mueven mucho de lo que habíamos planeado.
¿Qué es lo que vendrá ahora?
Si tuviera los recursos… otra cosa sería…
Cómo gestionaremos el retraso en el plan…
Sí. Estas y muchas otras situaciones están revoloteando constantemente en las mentes de figuras directivas como tú.