Liderazgo Orgánico

De Directores a ¡equilibristas! Es tiempo de hablar del balance laboral y de vida, sin dejar de ser súper efectivos en nuestra empresa.

Al cambio de milenio, nuestros entornos personales, profesionales y laborales se han transformado mucho. Es acertado pensar que los hitos históricos, las coyunturas más significativas en el desarrollo de la humanidad, hayan impulsado también cambios en la perspectiva generacional de las personas que ahora vivimos estos tiempos.

Cocreando la confianza en tu Organización, lo demás será música de fondo ante tu éxito.

Cuando hay planes importantes, cuando están implicadas inversiones relevantes, cuando se tienen expectativas tan altas como ahora que todas las empresas deben ser muy efectivas para lograr sus metas, se requiere cada vez más de un ingrediente clave: la confianza que exista entre los y las colaboradoras del equipo. Esto es fundamental porque como todos sabemos, será la suma de los esfuerzos coordinados, el alto grado de entrega y el aporte de cada colaborador lo que hará que los resultados esperados se den, esto a través de la gestión de equipos mejor fuertemente cohesionados por la confianza para sortear los desafíos del entorno.

Qué cosas no hay que cambiar nunca, para poder transformarte a ti y a tu Organización siempre

Usualmente vivimos nuestro día a día resolviendo las situaciones que se presentan de manera imprevista; también atendiendo a otros temas que afectan nuestra agenda, y adicionalmente en gran medida, realizando muchas actividades rutinarias. En mayor o menor grado para cada persona, esta mezcla de situaciones, se presenta cada día.

Transmisión de ideas: el día a día del Líder Orgánico

Es imposible pensar en un líder que no lograra transmitir sus ideas a las personas a su alrededor. De hecho sería casi imposible entender en su caso, porqué un grupo de personas le seguirían y acompañarían, si la transmisión de sus ideas fuera poco clara, incompleta, e incluso poco estimulante. Así de simple… si las personas a su alrededor no recibieran correctamente sus mensajes, no habría una conexión que relacionara a la persona líder con las personas que lo seguirían y dejaríamos de pensar en un equipo de trabajo efectivo.

¿Y tú cómo estás?… Cuando dirigir es cuidarte tú también

Decenas de juntas en la semana… ¡a qué hora podré avanzar en los pendientes!
¡Necesitamos acelerar…!
Uf… estos cambios nos mueven mucho de lo que habíamos planeado.
¿Qué es lo que vendrá ahora?
Si tuviera los recursos… otra cosa sería…
Cómo gestionaremos el retraso en el plan…
Sí. Estas y muchas otras situaciones están revoloteando constantemente en las mentes de figuras directivas como tú.