Antes, con que una empresa produjera buenos televisores bastaba. Ahora es importante sumar varias cosas… por ejemplo: generar el atractivo suficiente hacia el producto -usualmente con un gran marketing y gestión de venta-; habilitar el acceso material al producto – lo que implica entre otras cosas, de logística, de cercanía, de la velocidad de entrega) o del acceso financiero (con crédito o con descuentos); y de dar un gran servicio y muchos otros atributos, que incidan en la decisión de compra y en la vinculación del cliente con la marca.
Aunque hay un “pequeño detalle”… gran parte de las organizaciones están especializadas en su producto o servicio; si lo vemos en el marco del ejemplo, la empresa sabría cómo mejorar la calidad del televisor, cómo darle las más altas prestaciones tecnológicas, o cómo innovar en aquello que haga más cómoda y simple la experiencia del cliente… ¡con el aparato electrónico! Pero claramente tendría menos experiencia y habilidades en otras ramas complementarias dentro de la oferta de valor integral que el cliente apreciará en su compra y en su cercanía con la marca al paso del tiempo. Podemos decir que esa especialización fundamental en su materia -producción de televisores-, podría hacerle tener que pagar el precio de no poder dar soluciones más integrales desde la perspectiva del cliente actual, al no tener esas aptitudes organizacionales complementarias resueltas.
Si bien esto que planteamos es un ejemplo, la historia nos presenta muchísimos casos en los que al no sumar habilidades organizacionales de la manera apropiada y completa, muchas grandes ideas se han quedado sin poder volar. De ahí que es claro que requerimos de una mejor acción colaborativa, en la que si bien los aportes adicionales también son especializados en su propia materia, suman habilidades que nuestras organizaciones de manera natural no tienen.
Si entendemos y propiciamos esta colaboración de la mejor manera, haremos que se pueda obtener lo máximo del aporte de cada persona en su rol, de cada función y de cada aliado del proceso de generación de soluciones para los clientes, complementando la oferta de valor que realmente esperan, y la armonía funcional que aprecian las y los colaboradores en la empresa. Lo mejor es que esto funciona tanto con aliados externos, donde por ejemplo la empresa de televisores podría apoyarse de una agencia de marketing para impulsar su producto; como con la colaboración de equipos internos, donde podríamos pensar como ejemplo, en una área funcional como la de Analítica y Reportes (MIS) que pudiera apoyar de manera más efectiva y desde su especialización, a generar reportes e indicadores para la coordinación de una operación o para la supervisión de piso, quitando así tareas de reporteo a estos dos roles que ahora podrían centrarse en su foco principal de potenciación de la ejecución operativa en la empresa. En conjunto, harían maravillas.
Ahora bien, hay que tener cuidado. La idea colaborativa parece que está ahí… y desde el punto de vista de Lemon tree, ese es el principal problema de desempeño de muchas organizaciones; hablamos de pensar y creer que la colaboración funcional está ahí solo porque ya tenemos “áreas especializadas” o “aliados encargados” de ciertas tareas del proceso de negocio. Cuando esto se da por hecho, se genera una sensación de complitud funcional, pero muchas veces sin la certeza de que la colaboración esté realmente viva y aportando su mayor valor. Casi podemos asegurar que has podido constatar de manera personal, que muchas veces se tienen establecidas las áreas funcionales requeridas y se cuenta con los aliados empresariales necesarios, pero que aún así, el funcionamiento efectivo no se materializa… y se percibe lo que llamamos, una desconexión orgánica.
Por el contrario, también sabemos que has evidenciado -seguramente en tu Organización misma- que las cosas funcionan mucho mejor cuando se trabaja en esa conexión orgánica, que incluso la naturaleza misma nos ejemplifica.
¿Conoces las secuoyas? Sí, esos enormes árboles nativos de California que aun y cuando llegan a alcanzar alturas de más de cien metros, permanecen vivos en ese hábitat por miles de años. Miles de años en los que transcurren eventos que ponen a prueba su resistencia y que no son poca cosa… hablamos de heladas, vientos, incendios, movimientos de la tierra, lluvias y un sinfín de situaciones.
¿Sabes cómo lo logran? Gracias a la conexión orgánica.
Como sabes, sus raíces no son tan profundas en proporción con su altura, sin embargo se entrelazan con las de otros árboles, generando un tejido orgánico que les da la fuerza de la comunidad de árboles y deja, por cierto, que los retoños se sujeten de inmediato a las raíces antiguas y fuertes, para poder crecer como los demás árboles.
La lección está ahí, y si compartes esta idea, podrás ver que nos habla de una conexión armónica en la que la fuerza total, se logra cuando todos se suman al tejido de vida. En las organizaciones la idea es hacer lo mismo. Así, el mejor plan que puedes impulsar para desarrollar tu Organización en cualquier sector en el que se desempeñe, está en establecer con otras empresas y con la participación de los equipos de trabajo que desde dentro participan, esa conexión orgánica funcional, que suma los aportes clave de cada entidad especializada en algo en particular.
Hacer que funcione es clave, y para ello en Lemon podemos ayudarte; pero también podemos compartirte algunas raíces de las que puedes sujetarte para crecer aún más como Organización. Contempla esto:
- Define a plenitud los mejores modelos funcionales, para lograr la más alta efectividad de tu Organización, equipos y aliados.
Algo importante a tomar en cuenta es que esto no solo se logra por sí mismo con una “mejor comunicación”… la comunicación a secas, resuelve muy poco. La mejor comunicación es la que se da en el marco de estos modelos funcionales bien definidos; así esta competencia toma sentido realmente.
También cuida que las experiencias ¡wow! que quieras darle a los clientes estén determinadas en Momentos de Verdad dentro de los procesos, y que esto esté definido, entendido y accionado armónicamente y en conjunto por las personas participantes.
- Integra buenos indicadores del funcionamiento efectivo. Esta idea propone no solo medir la efectividad de los pasos del proceso o de las responsabilidades de equipos o aliados en específico, sino que plantea ir más allá, midiendo la efectividad del trabajo conectado orgánicamente.
- Pon dentro de tus prioridades directivas, el asegurar que tu Organización y equipos de colaboradores, aporten el máximo valor al funcionamiento de otros colegas o de los aliados. Si tu Organización les facilita las cosas y les da los insumos más convenientes, ellos podrán concentrarse en agregar aquello en lo que son fuertes, sin distracciones o atención a correcciones…
- Entiende lo que realmente puedes aprovechar del aporte que puede dar un aliado y busca obtenerlo. No solo encargues actividades, ni tampoco distorsiones las tareas de tus empresas aliadas, ni de tu equipo interno -piensa en el grave error de poner a tu equipo de negociadores de la empresa ¡a generar reportes!-. Con un buen diseño de Fábricas de Solución Integral, podrás establecer lo que se espera de la participación clave de cada jugador del modelo de negocio.
- Asegura que todo pase por la ética organizacional más elevada:
- Cuida a las personas
- Propicia con hechos, un ambiente de confianza
- Asegura la contribución honesta
- Provoca un sentido de aporte profesional y personal de altos vuelos
- Establece en tu cultura organizacional, un sentido de respeto pleno a la Organización, a sus colaboradores, a los aliados y clientes, donde se vivan los valores.
Si eres una empresa grande, podrás generar todo esto desde las propias áreas funcionales de tu Organización. Si no, deberás saber hacer las sinergias. Piensa en que la demanda de soluciones, productos y servicios altamente competitivos, ya no se podrá cubrir solo con la especialización de tu Organización en su función core… así, si por ejemplo tu empresa genera productos de consumo y es buenísima para producirlos, adicionalmente requerirá de marketing, de logística, de innovación, de ventas, de servicio, de administración, y de muchas actividades clave más, en las que no siempre tu Organización será la experta. Lo que ahora conviene es aprovechar ya sea la mejor integración de áreas funcionales dentro de tu propia empresa, o de la combinación de eso, con la vinculación con otras empresas aliadas que te ayuden a conformar esa solución de alto valor para los clientes, que esperan beneficios, atractivos y soluciones 360º.
No des por hecho que esta armonización ya está dada; revísala, propicia mejoras y disfruta los beneficios de esa conexión orgánica que nos han mostrado por miles de años esos grandes árboles de los que hablamos.
LEMON TREE