En los hechos esta cultura como todos sabemos, afecta incluso nuestra alimentación… pasa por trastocar la forma en que usamos la tecnología y nos lleva a pensar que la relación causa-efecto siempre debe ser de corto plazo… inmediata; siendo este fenómeno -que desata descargas de dopamina que nos generan dependencia- algo poco favorable para hacer sostenibles esfuerzos que sabemos que llevarán tiempo en consolidar resultados, y que pone a prueba nuestra voluntad ante algo que queremos lograr y que requiere de tiempo, debido en gran medida a que la cultura de la recompensa inmediata nos ha llevado a pensar que todo debería poder resolverse ya… con una o dos acciones, pero ya.
Muchos directivos, desde esta mirada, solo dan tiempo a lo que parece ser más importante -los resultados…- y le dedican poco tiempo a adentrarse en lo que realmente hace que las cosas sucedan -la forma en que se trabaja, las competencias, el compromiso, la estrategia, la hipótesis de solución de un desafío… etc…- requiriendo en la mayor de las veces, mejoras en los resultados con medidas que usualmente no inciden en las causas de fondo.
Desde esta óptica, cuando se piensa por ejemplo en una capacitación digamos para mejorar alguna competencia requerida en la Organización para impulsar la capacidad de generar resultados del equipo, o para potenciar el aporte directivo personal, también se aborda desde la urgencia; de tal forma que cuando esto pasa, los directivos buscan cursos que en 3 horas transformen la habilidad de ventas y negociación de alguien… solicitan programas de desarrollo que en 1 mes lleven a una persona a generar habilidades gerenciales integrales… lo que muestra una perspectiva distorsionada de la relación causa-efecto que realmente requiere de tiempo y de dedicación para que una persona pueda realmente tener mejores resultados y lograr sus objetivos desde transformaciones y desarrollos personales de fondo.
El hecho es que en esa capacitación o acción inmediata, no solo bastará con comprender los temas o aprender los conceptos y tips, sino habrá que llegar a profundidades que implican sensibilizarnos y llevarnos nosotros mismos, a hacer lo necesario para integrar lo aprendido en nuestros hábitos, creencias, filtros, acciones.
Hay cosas que requieren de tiempo y de dedicación. No es un secreto ni tampoco es algo desconocido para personas que como tú que se desempeñan en niveles directivos, que las transformaciones más relevantes tanto en las personas como en las organizaciones requieren de tiempo para afianzarse y volverse así, sostenibles. Arraigar los factores clave más poderosos en una Organización -pensemos en: talento, compromiso, dominio, autonomía, vínculos- tomará tiempo y requerirá de dedicación y paciencia.
Pero, ¿tenemos que resignarnos a dedicar más tiempo y de alguna forma no ir tan rápido como parece ser requerido en un mundo que nos demanda resultados ya?
En Lemon tree pensamos que no…
Al analizar empresas de nuestros Clientes y al estudiar los casos de muchas otras organizaciones, hemos podido notar con claridad que se pueden tener grandes resultados en términos tanto de respuesta a la oportunidad y a la velocidad requerida, como en lo que refiere a la profundización de lo aprendido y a la transformación y desarrollo de las personas, si se suman 4 importantes factores:
Primero: Enfoca correctamente el uso del tiempo para hacerlo altamente aprovechable.
En este punto es fundamental establecer la diferencia entre lo que puede -y debe- ser inmediato, con respecto a aquello que llevará más tiempo asimilar y aplicar de manera correcta.
Para ello es recomendable analizar en un tablero de ponderación:
- ¿El aprendizaje que requiero me habilitará para realizar algo de manera inmediata?
- ¿Puede realizarse siguiendo una lista de pasos concretos?
- ¿Esto que veo importante aprender, requiere de cambios en mi manera de actuar, es decir, en mis comportamientos?
- ¿Implica para mí una evolución gradual en mi manera de ver las cosas, en mi conocimiento, en la aplicación y dominio?
Para resolver estas preguntas y con ello poder definir qué tiempo y dedicación deberemos dar a un tema -ya seas tú o tu equipo de colaboradores-, es conveniente tener algún referente que nos deje saber qué tan cerca estamos de aquello que nos resulta relevante adoptar; siempre ayudará saber si tenemos las competencias básicas para sustentar lo que ahora aprenderemos. Esta consideración incide en gran medida en el tiempo que deberemos dedicar a aprender y a asimilar nuevos recursos personales y como equipo. En Lemon tree lo hacemos con herramientas metodológicas que llamamos Mindcceleration y que podemos compartir contigo si te resultan de interés.
Segundo: Gana más tiempo, pero también gana el compromiso de las personas del equipo de trabajo.
Si lo piensas, muchas veces a lo que realmente le dedicamos tiempo y esfuerzo, es a aquello que por lo menos nos resulta atractivo, que nos propone un logro relevante para nosotros, que nos emociona y que nos reta. Lo importante a observar es que estos atractivos suelen ser seductores para muchas personas, por lo que toman mayor relevancia si tú y tus colaboradores los ven como resultados de la dedicación de tiempo y esfuerzo a un nuevo aprendizaje. Pero ¡hay buenas noticias! Realmente los beneficios asociados a la dedicación y a la gestión del tiempo correcto para desarrollar mejoras, traen consigo otras ganancias que propician un círculo virtuoso de continuidad de buenos hábitos de gestión del tiempo. Estos son unos de los más relevantes:
- Se aumenta la posibilidad para tener mejores resultados sostenibles con lo aprendido
- Habilitamos la oportunidad de simplificar la ejecución de una tarea o desafío
- Incidimos directamente en la reducción de estrés y en el aumento en la sensación de flow, al dominar a fondo la relación causa-efecto de las situaciones y al sentirnos como pez en el agua atendiéndolas y resolviéndolas
Y lo mejor… si propicias una cultura personal y de equipo que impulse la dedicación del tiempo adecuado al aprendizaje y a la mejora de comportamientos más a fondo con estos atractivos de por medio, los tiempos y esfuerzos serán aún más aceptados al ser vistos por todos, como factores clave de éxito para lograr mejoras.
Tercero: Prepárate mejor, para asimilar nuevos aprendizajes en un ambiente que siempre los requerirá.
Si bien es muy importante participar con oportunidad en esa vorágine en la que se requiere trabajar ahora en las Organizaciones -y en muchas cosas más- para lograr resultados, también es fundamental comprender y gestionar adecuadamente la naturaleza de la velocidad que necesitan las transformaciones en las personas. Esto porque la velocidad de los mercados, las tendencias, la tecnología y un largo etcétera, está muy por arriba de la velocidad a la que las personas comprendemos las cosas, las aprendemos, las interiorizamos y las aplicamos; yendo más allá incluso, podemos ver que el cambio de paradigmas y aspectos culturales es mucho más complejo y lento de lo que se requiere en la panorámica empresarial… ¿un ejemplo? La inteligencia artificial está aquí, pero no sabemos cómo usarla realmente. La disponibilidad de la tecnología le ganó a la capacidad de comprensión y en consecuencia, a la decisión humana de cómo utilizarla de la mejor manera.
Pero si no vamos a estar en sintonía total con la velocidad del entorno y de las necesidades con respecto a nuestras competencias y conocimientos, ¿qué podemos hacer para por lo menos reducir esta brecha o distancia? Pues tenemos la oportunidad de prepararnos mejor para aprovechar nuestra las capacidades diferenciales que nos ponen por encima de la velocidad del entorno, hablamos de nuestra capacidad de visionar, de nuestra voluntad, de nuestra capacidad de actuar desde los valores, y de nuestro sentido humano. En eso nadie deberá ganarnos, y para estar listos podemos contemplar estas medidas:
- Mantengamos vigente y en buenas condiciones, nuestra capacidad de estudiar y de aprender
- Hagamos buenas determinaciones de prioridades
- Aprendamos a tomar mejores decisiones
- Entendamos que no todas las personas aprenderán por igual con respecto a las demás
- Hagamos buenas disertaciones acerca de lo que solo requiere un poco de tiempo para aprender algo que pueda ser aplicable casi de inmediato; contra lo que realmente tomará más tiempo y necesitará llegar a una profundidad mayor de asimilación por ti o por las personas del equipo que las adoptarán
- Entendamos que mientras más haya aprendido el equipo de trabajo de una Organización respecto a su gestión emocional, a la potenciación de los vínculos de colaboración, a su capacidad de focalización y a su posibilidad de incidir en la operación con la mayor fuerza productiva, efectiva y con calidad, será más fácil y rápido adoptar nuevos aprendizajes y emprender transformaciones que les lleven a lograr más y mejores resultados
Con estas medidas requeriremos de tiempo y de dedicación, pero estaremos en mejor sintonía de responder con prontitud y profundidad a los requerimientos de nuestras organizaciones.
Cuarto: Da un lugar especial a la voluntad.
El cuarto elemento es seguramente el más importante, ya que es el que hace posible y sobre todo sostenible a los tres anteriores.
Como lo comentamos, la voluntad es el motor fundamental de prácticamente todo lo que hacemos -o dejamos de hacer…- y es por eso que deberemos estar conscientes del valor de lo que podremos obtener si nos dedicamos más tiempo, si provocamos el aprendizaje asimilando nuevos comportamientos y si realmente deseamos hacer cambios en nuestra forma de manejar las cosas, pasando de la inmediatez casi siempre superficial, a la oportunidad razonable que cultiva cambios de fondo en el accionar de cada persona y de la Organización. Con voluntad, despejaremos los obstáculos y encontraremos caminos.
Darle tiempo al tiempo, es una idea que nos remite a la paciencia; que nos da la noción de que ciertos cambios necesitarán de asimilación, de nutrición, de arraigo para que realmente sean aplicados y que sobre todo sean sostenibles; nos invita a entrar en el plano de los hábitos y de las costumbres positivas de las personas en la Organización.
El ser humano requiere de tiempo para gestionar cambios, y si bien eso podría ser un problema para muchos por buscar resultados en lo inmediato -llegando a pensar que ¡9 mujeres podrían tener un bebé en un mes!- es una ventaja para quienes quieren realmente desarrollar a sus equipos de trabajo, consolidar una cultura organizacional, y asentar un relato organizacional y de equipo que trascienda en activos intangibles como lo son el prestigio de marca, el atractivo de talento, el valor de aporte, el sentido de pertenencia y la colaboración sustentada en personas que conectan sus propósitos personales en la empresa, con los de la Organización.
LEMON TREE