El Limonero

Las organizaciones que sacan chispas, ¡están más preparadas para el futuro!

Con más frecuencia se habla en los eventos empresariales, es decir en los congresos, convenciones, encuentros y conferencias, de la necesidad de tener empresas con mejores capacidades de desarrollarse, de aprovechar las oportunidades y macrotendencias, de generar los frutos de la diversidad de recursos disponibles y de ser más ágiles, ante la necesidad de estar en mejores condiciones para aportar valor y con ello dar los más altos resultados.
Con más frecuencia se habla en los eventos empresariales, es decir en los congresos, convenciones, encuentros y conferencias, de la necesidad de tener empresas con mejores capacidades de desarrollarse, de aprovechar las oportunidades y macrotendencias, de generar los frutos de la diversidad de recursos disponibles y de ser más ágiles, ante la necesidad de estar en mejores condiciones para aportar valor y con ello dar los más altos resultados.

También es una realidad, el hecho de que no todo queda en esas charlas y conversaciones inmersas en el networking, ya que se puede observar que las empresas están integrando más y mejores tecnologías, están revisando y fortaleciendo sus procesos, mejorando sus modelos de negocio, integrando talento, fortaleciendo estrategias, mejorando sus capacidades analíticas, y realizando muchas otras cosas más, que les llevan a materializar mejoras importantes.

Podemos sumar que hay algunas organizaciones que además, saben dónde está una de las columnas más relevantes para apuntalar el éxito de todas las iniciativas de la empresa, y están trabajando profusamente en ello; pero solo son algunas… 

¿Qué es lo que sabe ese grupo menor de organizaciones, que no todas las demás están aplicando?

Pues lo que saben esas empresas es aquello que hace la diferencia entre organizaciones en las que solo se hace lo “necesario” o lo “mejor que se puede”, con respecto a otras que van mucho más allá, generando diferenciales y reconocimiento a su alrededor, sumado también a sus grandes resultados. 

Vamos con las primeras… las que hacen lo necesario, y pensemos en ejemplos. Muchas empresas de este tipo asumen que lo que las ha llevado a tener resultados hasta ahora, adicionado a algunas mejoras por aquí y por allá, podrá ser suficiente para que se pueda hacer frente a nuevos desafíos. -Nota: no lo dicen, no lo aceptan, incluso en sus reuniones hablan de cambiar en gran medida, pero en su mayoría toman otra postura más estática-.

Así, en una gran proporción de estas empresas, los liderazgos no están desarrollando de manera formal y efectiva, nuevas competencias, con lo que los nuevos desafíos son abordados desde paradigmas y formas de actuar, algo desfasadas. De hecho su forma de operar y los procesos no son revisados ni integran mejoras, manteniendo una “estabilidad” pasmosa.

En el caso del grupo minoritario que hace las cosas mucho mejor, hablamos de culturas organizacionales orientadas a hacer diferencias que pueden ser percibidas en los detalles y en los resultados… empresas en las que se hacen cosas como:

  • Resolver de manera más creativa los problemas o desafíos
  • Mejorar constantemente las forma de hacer las cosas y los procesos sobre los que las actividades se basan
  • Incorporar la participación de diversas personas del equipo, generando así mejoras y soluciones más integrales
  • Generar un ambiente de trabajo donde el efecto Wow! está presente en cada actividad, entregable y por supuesto, resultados
  • Potenciar la participación de las personas, al estimular su creatividad, su capacidad de innovación, y su inspiración 

Si lo ves con detenimiento, notarás que lo que tienen claro estas organizaciones destacadas, es que sus líderes suelen ser impulsores de inspiración, de creatividad, de innovación y de diferenciación; y que su aporte es clave en el trazo del estilo, del carácter y de la esencia de participación y ejecución de las tareas dentro de la Organización. 

Lo que es una realidad es que este tipo de comportamiento no es espontáneo de manera que surja de la nada o se dé de un momento a otro… la realidad es distinta, ya que en prácticamente todos los casos donde se trabaja con líderes inspiradores, las organizaciones supieron y tuvieron que darse cuenta que en algún momento, sus líderes ya no tenían las competencias que los consolidaran como verdaderos factores de impulso, tal vez por falta de confianza en sí mismos, por no contar con competencias suficientes para ese nuevo aporte necesario, por decaimiento del ánimo por aprender y aplicar mejoras en su forma de trabajar, o porque no percibían la “necesidad”… que los hiciera cambiar por lo menos desde una perspectiva correctiva.

Cabe decir que en otros casos, esta situación no propicia, se dio por estar inmersos en un estado de confort que ralentizaba el paso por el proceso necesario e inminente de mejora; claro, sin dejar de lado el temor de muchos líderes que podrían sentir que reaprender, los podría volver frágiles por falta de competencias consolidadas de cara al liderazgo y reconocimiento logrado por sus equipos de trabajo en el pasado.

En otro panorama , las organizaciones más destacadas y más aptas para poder responder de la mejor manera a los desafíos del entorno, y más efervescentes por su capacidad de sorprender y de generar resultados, entendieron que podrían lograrlo si los propios líderes de sus equipos de trabajo propiciaban cosas como:

  • La inspiración por hacer cosas con el efecto Wow! y diferentes
  • La generación de más y mejores ideas sobre más temas
  • El impulso a pensar y a aplicar nuevas y efectivas formas de hacer las cosas
  • El trabajo cultural hacia la consolidación de un estilo de colaboración que propone hacer cosas con un “nivel” que destaque el sello de la casa, y de las personas que participan
  • El desarrollo de comportamientos invitantes en los que las personas, se sumaran a un alto compromiso, a un alto desempeño y a un trabajo basado en talento

Estas mismas organizaciones del nicho de la alta efectividad, también han tenido claro que buena parte de la forma de ser y de trabajar del equipo de colaboradores, es el reflejo del estilo del líder.

En Lemon tree sabemos que cuando las organizaciones comprenden este efecto a fondo, buscan que esas personas líderes tan importantes, asuman la mejor postura inspiradora posible ante el resto de las otras personas en sus equipos, que son a su vez, profundamente relevantes por su capacidad de hacer que las cosas realmente sucedan.

También entendemos que cuando esto se asimila a fondo, las empresas trabajan en el desarrollo de líderes capaces de provocar afluentes de ideas, de creatividad, de aportaciones y de imaginación, al consolidarse como factores de cambio y de inspiración, concentrados en impulsar.

Este tipo de participación del líder se fortalece en gran medida cuando se acompaña especialmente de la capacidad propia y hacia el equipo de colaboradores, de generación de insights y del uso de técnicas de descubrimiento e impulso a las ideas como por ejemplo, la mayéutica.

Cuando esto se pone en práctica el líder trabaja con preguntas o incitaciones como:

  • ¿Creen que podamos hacer esto mejor?
  • Tuve esta idea… ¿qué sumarías tú?
  • Qué ideas les vienen a la mente sobre…
  • ¿Cómo haríamos esto realmente sorprendente?
  • Tú que eres una persona con muchas ideas -todas lo somos-… ¿qué se te ocurre?
  • ¿Lo piensan, y vemos qué podemos crear?

o con técnicas como 

  • Los modelos de solución de problemas
  • El design thinking 
  • El mapeo estratégico

Con las que se puede lograr mucho… realmente mucho.

Todo toma especial sentido, cuando vemos que los líderes son clave para que se pueda consolidar un ADN distintivo y mejorado en la Organización. Piensa en líderes que:

  • Se atreven, e invitan con ello a los demás
  • Se refrescan, en cuanto a su estilo de impulso propio y al del equipo
  • Están abiertos a las posibilidades, al entender que en ellas estará su próximo espacio de trabajo
  • Proponen los desafíos, e inspiran…

Llegar a la consolidación de esos liderazgos inspiradores no es tan difícil, si lo sustentamos en ciertos hábitos interesantes -te compartimos algunos de los más destacables-…

  1. Aseguremos como líderes, que estemos integrando diversidad multidisciplinar y de personalidades, en todo lo que impulsemos
  2. Demos siempre una dimensión multisensorial narrativa a lo que queremos que las demás personas entiendan y mejoren. Para ello es conveniente aprender a dibujar ideas y a aprovechar otros materiales y recursos de trabajo
  3. Tomemos como una disciplina casi deportiva, el impulso al efecto Wow! en todo lo que estemos haciendo
  4. Procuremos la excelencia, sin obsesionarnos en la perfección
  5. Provoquemos la concentración: 
  • Impulsando cada vez más las videoconferencias con cámaras abiertas, es decir, cara a cara; al ser este un recurso tecnológico uno muy valioso y utilizado en las organizaciones para trabajar
  • Instaurando la cultura de “una sola junta”, de manera que todos estén inmersos en cuerpo y alma, en las reuniones de trabajo. No abona el que las personas estén “participando” en más de una sesión o que estén escribiendo y leyendo mensajes, al mismo tiempo que se les invita a participar 
  • Respetando profundamente el recurso no renovable que es el tiempo. Hablamos de la puntualidad como un factor que incide en el alto desempeño y que propicia la administración del tiempo para actividades incluso de descanso y de refresco mental. Toma en cuenta que no obtendrás grandes ideas desde mentes fatigadas…  
  • Impulsando altos niveles de calidad en todo

Piensa en esto… incluso los motores más grandes y poderosos, requieren de una pequeña chispa de ignición. Esa chispa en las organizaciones, surge de liderazgos inspiradores e impulsores de la cultura organizacional; liderazgos que son posiblemente tu mejor factor de cambio y de diferenciación ante un panorama de cambios y desafíos que condimentan la vida de tu Organización; de ahí la relevancia de establecer qué y cómo quieres que tu liderazgo inspire.

LEMON TREE