El Limonero

Cuando mejorar, va de conversar: el arte de la retroalimentación

Llama la atención, el que uno de los activos -en este caso uno intangible- más importantes de las organizaciones sea su capacidad de transformación. Podemos verlo así… su valor de negocio no solo va de lo que hacen ahora a través de la generación de sus servicios o productos, ya que estos en algún momento podrán perder efectividad y serán obsoletos para el mercado. En cambio el valor de negocio de esas organizaciones se incrementará en el tiempo, si son capaces de evolucionar y de replantear los servicios y productos de cara a las nuevas necesidades de los clientes y su entorno.
Llama la atención, el que uno de los activos -en este caso uno intangible- más importantes de las organizaciones sea su capacidad de transformación. Podemos verlo así… su valor de negocio no solo va de lo que hacen ahora a través de la generación de sus servicios o productos, ya que estos en algún momento podrán perder efectividad y serán obsoletos para el mercado. En cambio el valor de negocio de esas organizaciones se incrementará en el tiempo, si son capaces de evolucionar y de replantear los servicios y productos de cara a las nuevas necesidades de los clientes y su entorno.

Es decir, la empresa tiene un valor adicional de negocio si consolida su capacidad de renovarse, de atender nuevas tendencias y de volver a sorprender a sus clientes. 

Para lograrlo, los procesos creativos, las habilidades de innovación, la visión estratégica, las actualizaciones tecnológicas y la integración de nuevos talentos, son parte clave de los ingredientes a aplicar; sin embargo en todo este amplio listado, está inmersa la capacidad humana de mejorar, de cambiar, de reaprender. Capacidades que requieren de más tiempo y de más dedicación especial para repotenciar el aporte de las personas del equipo.

Es ahí donde la habilidad de gestionar acciones de retroalimentación entre las personas, toma un lugar fundamental en cualquier equipo de trabajo. Es así de simple, si aprendemos a dar retroalimentación (feedback) efectivo, los demás factores de transformación estarán atinadamente sustentados en la capacidad de evolucionar y de generar mejoras continuas desde el actuar de cada persona y como equipo, es decir, estarán basadas en los cimientos más profundos y efectivos de un cambio: las personas.

“… Pero si se trata de cambiar y de mejorar, yo puedo decirles exactamente qué y cómo hacerlo” 

– frase común de quien no tiene del todo claro que las personas deben: Querer, Poder, Saber y Disfrutar de las transformaciones y de su participación

La realidad es que no todo va de decirle a las personas qué es lo que tienen que hacer…

Para que una persona realmente mejore en sus hábitos y rutinas clave, requiere de una reflexión propia y profunda del para qué hacerlo; y esto normalmente no se logra a partir de una orden, o de una recomendación o indicación, por más directa y efectiva que a su líder le pueda parecer.

De ahí la relevancia de comprender que la retroalimentación es una mucho mejor manera de generar ese desarrollo, al aprovechar que es un proceso bidireccional, basado en la honestidad, confianza y ganas de ir más allá. Es un mecanismo que permite la evolución desde la aceptación y la asimilación de posibilidades de mejora de cada persona. Mientras que la recomendación o las indicaciones, solo son superficiales y plantean instrucciones que si bien pueden ser aplicadas por las y los colaboradores, realmente no suelen ser asimiladas de manera más profunda como mecanismo de desarrollo de la persona misma. 

Si lo vemos desde el modelo de Key Drivers Motivacionales (KDM) -tema que hemos tocado en El Limonero-, el que refiere al KDM: Propósito, y especialmente el que plantea la relevancia del KDM: Autonomía -esa capacidad de tomar decisiones y de hacer el trabajo generando resultados con consciencia del aporte al resto del equipo y con baja supervisión- no se logran del todo… lo que va en detrimento del efecto motivacional del equipo en su conjunto, y por ende, del cambio efectivo y oportuno.

Pero ¿qué podemos hacer para potenciar la capacidad evolutiva y de mejora continua de nuestro equipo de colaboradores, a través de la gran herramienta que es la Retroalimentación efectiva? 

Te daremos unas pautas clave que Lemon tree ha conformado a partir de la investigación y aplicación de diversas técnicas sobre el tema; y que ya estructuradas, han dado grandes resultados en la aplicación de procesos transformacionales de diversas empresas.

Considera este método limonero:

  • Lo primero es reconocer el efecto positivo general del planteamiento expresado por la persona colaboradora, sobre el que darás la retroalimentación. Bien sabemos la relevancia de dar lugar al reconocimiento al esfuerzo de las personas
  • Lo siguiente es enfatizar los puntos clave que más destacan en la idea o acción a retroalimentar. ¡Ah! algo importante… si lo haces evidente desde el apunte que hayas tomado, evidenciarás la relevancia de las ideas y generarás empatía
  • Ahora suma ideas de mejora. Siempre evita el uso de la palabra “…pero”, para iniciar la mención de puntos que podrían mejorar. Usar algo como: -… si a todo esto sumas….-, -… y si ademas consideras…- Ayudará a que puedas aportar tus ideas. No olvides mencionar para qué servirán los puntos que enfatizas en tu retro
  • Propicia el momento clave de la retroalimentación bidireccional: la generación de reflexiones y la escucha. Pregunta cosas como: ¿Qué piensas? ¿Cómo crees que te ayudará esto? y mantén tu atención en propiciar ese momento de:
    • Escucha, en el que se dé espacio a las ideas
    • Creatividad, con ejemplos 
    • Ubicación de lo qué debe aprender la persona que está recibiendo la retroalimentación para mejorar
    • Determinación de lo qué deberemos cuidar especialmente
  • Finalmente, genera acuerdos. Lleva a las personas a establecer formalmente: qué harán con sus propios recursos, qué requerirán de los demás, en qué notaremos las mejoras, y agradece la oportunidad de generar ideas con el objetivo de ir más allá.

Toma en cuenta que los escenarios sobre los que se puede aprovechar muy bien la metodología de retroalimentación no solo van de impulsar mejoras, sino que también puede ser utilizada para otras situaciones.

Si la retroalimentación se centrará en tocar algún tema delicado como lo puede ser un conflicto, o una llamada de atención, será bueno que contemples variaciones en la forma de hacer este trabajo de comunicación. En esta idea se recomienda:

  • Agradecer la oportunidad de tocar el tema y explicar con claridad a qué situación te refieres
  • Mencionar el impacto emocional o funcional de la situación
  • Destacar los puntos que es relevante mejorar o resolver prioritariamente
  • Preguntar, qué piensa la persona que está siendo retroalimentada. En caso de que las respuestas no estén en la línea de la resolución o mejora realmente y que requieran de “un giro más de tuerca”, es conveniente explicar aquello que no se esté resolviendo con las ideas expuestas, y provocar la generación de planteamientos más integrales. Toma siempre en cuenta la importancia de ser paciente, mantener la serenidad y de tomar notas
  • Generar acuerdos y agradecer

El nivel que se tenga en términos de la capacidad de dar y de aprovechar la retroalimentación en una Organización, es un indicador clave y directamente proporcional, para saber qué tan poderosa es para evolucionar, para desarrollarse, y para gestionar la participación de las y los colaboradores a favor de los resultados, así que se vuelve fundamental procurar estas medidas en todo momento:

  • Busca que la retroalimentación privilegie la oportunidad -tiempo y posibilidad- de acción
  • Todo funciona mejor si la Organización misma tiene y procura en todo momento un ambiente de apertura, respeto, y de comunicación honesta, abierta y asertiva
  • Promueve el hábito de la comunicación objetiva, con propósito
  • No olvides que para una buena retroalimentación se requerirá de  impulsar la capacidad de confrontación empática y asertiva de ideas

El ambiente de mejora continua, de aportación creativa, de intrapreneurismo y de desarrollo constante, es el mejor para tu equipo y para la Organización. Trabaja en fortalecerlo y prepárate para navegar en el espiral ascendente del logro de resultados.

LEMON TREE