El Limonero

Famosas últimas palabras de una Organización: “La innovación es materia de ciertas empresas y funciones, los demás debemos centrarnos en operar y ser productivos” 

Siempre que se habla de innovación, es conveniente hacerse de una buena y gran tasa de café, ya que la conversación será muy interesante y extensa… El tema es por demás apasionante en una época en la que las diversas áreas de desarrollo humano están propulsadas por las necesidades de una sociedad cada vez más demandante de soluciones y de una mejor calidad de vida en todos los aspectos, marco en el que la innovación tiene una presencia como nunca antes.
Siempre que se habla de innovación, es conveniente hacerse de una buena y gran tasa de café, ya que la conversación será muy interesante y extensa… El tema es por demás apasionante en una época en la que las diversas áreas de desarrollo humano están propulsadas por las necesidades de una sociedad cada vez más demandante de soluciones y de una mejor calidad de vida en todos los aspectos, marco en el que la innovación tiene una presencia como nunca antes.

En la actualidad, la innovación tecnológica tiene un lugar especial, ya que es a través de ella como la información, los servicios, la salud, el entretenimiento y otros aspectos como la alimentación y la capacidad para viajar y establecer mejores lazos de relación desde cualquier punto de la tierra incluso sin movernos, encuentran nuevas y mejores formas de ser aprovechados.

Pero la innovación va mucho más allá. Toca más planos, que también llaman la atención y son fundamentales para las personas que participamos de la gestión organizacional para generar valor y para propiciar un modelo económico que nos ayude a mejorar la calidad de vida; y es que la innovación se ha convertido en un componente central de las estrategias de muchas organizaciones por un simple motivo: la innovación es una forma de mantener e incrementar la competitividad. 

Es importante decir que esta competitividad no solo se usa para la generación de productos o soluciones novedosas que llaman la atención de un mercado, y que resuelven problemas de manera distinta o que aportan beneficios con diferenciales atractivos para el mundo; la competitividad también pone en la mira e impulsa a las organizaciones cuando está sustentada en ideas que mejoran entre otras cosas, la forma en que se realizan las tareas, la manera en que se gestionan los vínculos de equipos de trabajo, la mecánica de comunicación entre las personas, las técnicas de análisis y de generación de mejoras en los procesos, etc. Así, cuando pensamos en la competitividad, casi de manera natural estamos considerando la innovación como parte de la fórmula. 

Sin embargo es importante también tener cuidado con la forma en que vemos y pensamos en un concepto como la innovación en nuestras organizaciones. Esto porque debe ser claro que no todas las ideas creativas plantean innovación. Es común que muchas organizaciones o sus áreas funcionales confundan la creatividad con la innovación, y si bien puede haber una relación muy profunda entre ambas, las diferencias son categóricas y sirve saberlo para aprovechar cada concepto en su mejor dimensión. 

Así, podemos pensar en la creatividad, como esa capacidad que tienen personas que con ingenio, pueden pensar fuera de lo establecido y con ello generar planteamientos, asociando elementos, ideas y conceptos conocidos para resolver o producir algo que es apreciado.

Desde este panorama podremos darnos cuenta que hay mucha, pero mucha creatividad en las personas que nos acompañan dentro de las organizaciones. La creatividad está en todas partes y no es algo tan exótico. Es suficiente con ver que en un reporte de excel, alguien haya integrado una mejora para evidenciar esa creatividad; o que ante una necesidad de un cliente, el agente de servicio haya recurrido a una forma novedosa de resolver el requerimiento. También podemos ver ejemplos plenos de creatividad, cuando un programador de sistemas encuentra una mejor idea para definir un algoritmo que ahorra horas de procesamiento de una base de datos, cuando un diseñador del brochure del próximo evento comercial de nuestra marca, idea un slogan que será impactante, o cuando los conflictos entre las personas que integran la organización, encuentra un camino adaptativo para resolverlos y canalizar esta energía, hacia crear espacios más armónicos de convivencia.

El hecho de que la creatividad no sea tan difícil de encontrar no debe ir en detrimento del valor de su aporte; mejor aún, es fundamental impulsar la creatividad en toda la Organización, ya que con ella, se tendrán mejoras interesantes. Para ello, será altamente conveniente comprender que la idea de que una persona creativa usualmente es una persona genio solitaria, es un mito. En realidad, se ha comprobado que los procesos creativos sustentados en la aportación colaborativa es lo que realmente marca la enorme diferencia; una buena referencia la plantea Keith Sawyer en su libro Group Genius: The creative Power of Collaboration, en el que desarrolla bases fundamentales de cómo surge la creatividad en ambientes de colaboración. De hecho, Sawyer va más allá, al proponer que en nuestras organizaciones no será muy conveniente conformar “comités creativos” o áreas funcionales de innovación específicas… por el contrario, propone que la creatividad y la innovación haga raíz en todas las personas de la Organizaciones desde su labor personal y sobre todo colaborativa. 

En este sentido las metodologías de innovación más poderosas proponen algo que puede sonar poco trendy… poco “vendedor” con respecto a las tendencias que se ponen de moda por lo menos en los slogan de muchas organizaciones que plantean que “hacen cosas diferentes”, y es que recomiendan algo que permite un reenfoque interesante: menos disrupción, y más colaboración. Esta frase puede sonar conservadora, pero si la llevamos a niveles más profundos, veremos que la innovación estratégica, con análisis y sustentada en la colaboración de más personas, logrará de mejor manera un pensamiento disruptivo real, de esos que replantean la ruta de las cosas en verdad.

Es en este momento cuando la creatividad colaborativa abre la puerta de la siguiente dimensión… la de la innovación. 

La innovación podría definirse como la suma de ideas creativas que consolidan algo diferente que genera valor global. Definir este concepto en tu empresa es importante porque de no hacer esta precisión, por un lado se podría crear algo que finalmente no se usara o aplicara… rompiendo así con la idea de que diera valor; y por otro, se pudiera llegar a crear algo que sólo fuera innovador con respecto a las costumbres o elementos disponibles en un entorno en particular; pero que no impactara de manera global. A veces algunas áreas funcionales piensan que están innovando en una mejora de sus procesos, cuando comparado con otras empresas que usan mejores prácticas, apenas se están poniendo al día en lo que tendrían que haber hecho para ser compatibles con las prácticas más convenientes de su especialidad. En cambio, cuando se hace una innovación real se nota, ya que se marca un antes y un después. 

Lo mejor de todo es que la innovación puede tocar aspectos realmente amplios en nuestras organizaciones, al abrir posibilidades en temas como:

  • La definición de estrategias organizacionales y de negocio. 
  • La revolución de aspectos relativos a la cultura organizacional de la empresa, innovando en la forma de constituir y vivir los valores, la misión y las metas.
  • El diseño y la gestión de procesos operacionales y de administración de nuestra empresa.
  • La tecnología que aplicamos en el modelo de negocio. 
  • Las relaciones de trabajo con los equipos de colaboradores.
  • La gestión de liderazgo y gerenciamiento.
  • Los procesos de servicio y solución a necesidades de los clientes.

Entre otros.

Es claro que toda Organización que quiera depender menos de la “suerte” o del “futuro”, tendrá que gestionar la innovación como parte de su quehacer estratégico y funcional integral. En LemonFaculty que es la escuela de negocios de Lemon tree, retomamos una frase de Peter Drucker que dice “La mejor manera de predecir el futuro, es creándolo” y estamos seguros desde nuestra interpretación, que para crear el futuro tenemos que ser expertos en innovar… ¿estás de acuerdo?

Pero, ¿cómo podemos hacer que la innovación pase de ser un atributo organizacional a una verdadera y consistente Fábrica de Innovación de nuestra empresa? Pues podemos sumar varios recursos y recomendaciones que harán que la innovación en tu Organización sea parte de la generación de valor y logro de objetivos.

Esta son algunas de las recomendaciones que puedes aprovechar:

  • Propicia ambientes adecuados para la innovación. Piensa en que es fundamental que tu emoción y la de los colaboradores, sea el motor de la acción. Estimula las ideas atrevidas.
  • Integra la gestión de innovación en las rutinas clave de la empresa.
  • Aplica técnicas de innovación. No sólo esperes a que llegue la inspiración, ni trabajen desde el esfuerzo “after hours”. No pienses en la innovación como “chispas” geniales… es un proceso que pocas veces tiene qué ver con inspiración individual. Es colaborativa.
  • Propicia ambientes de análisis en los que las preguntas y los cuestionamientos diversos sean aprovechables.
  • Instrumenta mejores mecanismos de comunicación y de recopilación de conocimiento.
  • Aplica metodologías de estructuración de ideas. La mejor forma de gestionar la innovación, es con una estrategia (recuerda el Mapa Estratégico) usarlo te ayudará a no perder el foco.
  • Sé multimedia! dibuja, usa colores, diagramas, audios, videos… los medios estimulantes son clave para que la mente vuele y aterrice en algo realmente valioso.
  • Instaura un gym de innovación, donde todas las personas del equipo fortalezcan sus capacidades creativas y de generación de iniciativas y soluciones innovadoras.
  • Estimula el espíritu creativo, de mejora continua y de generación de momentos de verdad memorables.
  • Integra la innovación como competencia requerida y medida, en el desempeño de los colaboradores.
  • Aprendan a trabajar con la posibilidad de probar, de hacer pilotos de ideas; no hay innovación si no hay experiencia.
  • Haz un museo de ideas… las ideas de unos pueden ayudar al aprovechamiento de otros, incluso en otros planos de la Organización.
  • Innovar implica invertir. No hay opción.
  • No te tardes en poner a prueba la innovación en el mundo real.

El futuro no siempre será un buen lugar para las organizaciones que no se hayan preparado a través de una buena gestión de innovación; es por eso que vemos que será fundamental que tú y tu equipo de colaboradores sepan gestionar el cambio, agudicen sus capacidades creativas, sean muy efectivos en la gestión de proyectos, y que entiendan que ese futuro puede ser maravilloso para la empresa.

Lo mejor de todo es que este tipo de vida organizacional es emocionante y habla de que nosotros podremos situarnos en el mejor lugar, en ese tren que no se detiene y que nos llevará a mejores oportunidades. ¿Estás listo?

BY LEMON TREE